sábado, 11 de febrero de 2012

La Reforma Laboral

Y resulta que una servidora no se puede tomar unos días libres al otro lado del charco tranquilamente. 
Intenté descansar y desconectar y puedo decir que hasta hace un par de días lo había logrado: no he escrito una sola línea sobre la reforma de la Ley del Aborto y la cínica declaración de Gallardón sobre su ley más progre. No he dicho ni mú cuando Ana Mato, motivada por cuestiones religiosas en un Estado que debería ser laico, avisó que revisará la distribución de la píldora del día siguiente por no tener datos concluyentes (pese a 10 años de estudio) de que su uso no es perjudicial a la salud. Me callé mientras se cargaron la Educación para la Ciudadanía (una vez más por razones religiosas) en nuestro maltrecho Estado aconfesional con la excusa de que iba más allá de la educación cívica. Irrefutable el  argumento ¨del más allá de lo cívico¨ cuando pagamos todos las  clases de religión: formación más allá de lo cívico y de cualquier función educativa responsabilidad de un Estado laico. 
Pero cómo callar ante la reforma laboral anunciada ayer por el PP? Confieso que he dudado en leer más y enterarme realmente de qué iba el tema pero me ha sido imposible ignorar tanto desproposito. Hará falta mucho más de un post para entrar al detalle pero he analizado unos puntos importantes:

 Lo dicho en la campaña: después de la subida de impuestos estaba ya claro que la campaña fue un día largo  de los santos inocentes pero no está de más recordar lo que ha dicho el PP para obtener sua mayoría absoluta: 

Twitter oficial del PP, 14 de septiembre,: “El PP no pretende abaratar el despido, sino promover que el contrato indefinido sea la regla general #empiezaelcambio”.

Declaraciones de Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación, en Los desayunos de RTVE :“No vamos a abaratar el despido, sino a abaratar el coste de la contratación”.

Elaboración y Aprobación de la Reforma: una se pregunta si,  por una cuestión de legimitidad  democratica más que por necesidad institucional, una reforma de esa magnitud no debería discutirse en el Parlamento  antes de ser aprobada por el Consejo de Ministros. Un gobierno que ya se esperaba una huelga general por la "necesaria" reforma no debería buscar consenso con los partidos politicos y agentes sociales  antes de cambiar la ley? Vale. En Finladia tal vez, pero aquí claramente no. 


Cambios en los derechos adquiridos: no entro (todavía) en el contenido del cambio de 45 a 33 días de indemnización por despido pero sí en lo reprochable (y posiblemente inconstitucional)  que resulta cambiar los acuerdos adquiridos (voluntariamente)  entre  empresas y trabajadores.  Digo voluntariamente porque los contratos de 33 días ya existen desde hace tiempo y ya eran una opción. Bajar la indemnización a 33 días de contratos nuevos y antiguos nos generará más puestos de trabajo? Que Fatima nos lo explique. O, Rajoy. que anda desaparecido.  


Los EREs : con la nueva ley las empresas podrán aplicar EREs por su cuenta y riesgo y sin la necesidad de la aprobación de la autoridad laboral. Se comunicarán los EREs y habrá periodo de consultas pero en el caso de que trabajadores y empresa no lleguen a un acuerdo, la empresa decidirá que hacer (eso también generará más puestos de trabajo, verdad?). Eso sí, la ley nos permite ir a juicio en el caso (poco probable) de que no estemos acuerdo con la decisión de la empresa. ¿Que haríamos sin ti,  Fátima? 


Prestaciones por Desempleo: aquí la medida estrella. El paro no nos lo quitan pero parece ser que Fátima Bañez ha estado hablando con Ana Botella sobre su reciente idea  de que voluntarios realicen trabajos que hoy son remunerados. La nueva ley recoge  el brillante concepto y establece que los parados deberán realizar "servicios de interés general en beneficio de la comunidad" a través de convenios de colaboración las administraciones públicas. Curioso. Como esa medida en concreto va a fomentar el empleo? Empleo público desde luego no será, verdad? El peligro real de la medida es considerar el paro como una ayuda social al trabajador  y no como un derecho,  una retribución por la contribución que hacemos los trabajadores mientras tenemos trabajo. 


Ya decía Churchill que la democracia "es el peor de todos los sistemas políticos con excepción de todos los sistemas restantes". Los señores que han elaborado la reforma laboral  lo han hecho con el mandato que les hemos otorgado de manera democrática. Podrían hacerlo de manera distinta? Podrían haber consultado partidos políticos y sindicatos? Claro que sí  pero el consenso no tiene mucho sentido en una mayoría absoluta. No deja de ser una paradoja que la misma democracia que debería dar "voz a todos" sea la responsable de generar el olvido total de  conceptos importantes como el del debate político. Lo peor? Que hemos elegido nosotros que estos señores tengan  derecho a "hacer lo que tengan que hacer" con a penas publicar un texto en el BOE.  



1 comentario:

  1. ¡Touché!

    Especialmente me ha llamado la atención esta frase, la cual suscribo plenamente "El peligro real de la medida es considerar el paro como una ayuda social al trabajador y no como un derecho".

    ¿Por qué se empeñan en verlo como una limosna que el Estado da a los trabajadores y no como algo que, sencillamente, nos pertenece porque para algo cotizamos?

    Asi que abaratar la contratación ¿eh? pues yo ya estoy deseando ver los datos del INEM del próximo mes.

    Los de la CEOE andarán dando saltos de alegría, desde luego.

    Un abrazo.

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